El salmón Cooke es de calidad mundial. Nuestro sistema de cultivo, la calidad de nuestras instalaciones y el vasto conocimiento de nuestros equipos garantiza el más alto estándar en sabor y textura, sin sacrificar las exigencias sanitarias y medioambientales.
La etapa de engorda de nuestros salmones se realiza en el fiordo de Cupquelán que, con más de 40 kilómetros de largo, contiene cientos de cascadas y vertientes que se suman a los gélidos y caudalosos ríos Exploradores y Erasmo, que vierten en él sus aguas saturadas en oxígeno.
Este entorno tiene escasas zonas de acumulación de sedimentos y sus profundidades superiores a los 200 metros le confieren condiciones hidrológicas y geográficas muy particulares para el cultivo de los mejores salmones.
El constante y abundante aporte de agua dulce mantiene una gruesa capa superficial de baja salinidad y alta oxigenación fluyendo hacia fuera del fiordo, con una tasa de recambio incluso menor a la de un día. Esta particularidad proporciona condiciones únicas para preservar la excelencia de nuestro producto.
A esto se suma un menor manejo de los peces, disminución del estrés y nulo uso de químicos durante el ciclo de cultivo.
Hemos establecido nuestras operaciones alejadas de otras empresas, lo que nos permite garantizar homogeneidad en los estándares de producción a nivel sanitario y ambiental, junto con un mayor control de todos los factores que determinan el crecimiento y salud de los peces.